domingo, 6 de diciembre de 2015

Caseros, la Marcha de Ituzaingo y el 10 de diciembre...

Aníbal Fernández trae a nuestros días la historia de “la grita” que históricamente a existido en nuestra tierra. “ Macri debe asumir al son de La Marcha de Ituzaingó”
La marcha es una pieza sólo instrumental, y de autor desconocido, aunque una extendida tradición adjudica su autoría al emperador Pedro I de Brasil; éste la habría entregado al marqués de Barbacena, comandante de sus tropas en la guerra del Brasil, para que se ejecutara conmemorando la primera victoria obtenida contra las fuerzas aliadas argentinas y orientales. En la derrota brasileña en la batalla de Ituzaingó, el 20 de febrero de 1827, el cofre que la contenía fue abandonado en el campo de batalla y tomado por los argentinos, que la adoptaron para conmemorar el evento. Luego de la Batalla de Caseros (3 de febrero de 1852), las Tropas Imperiales Brasileñas que formaban parte del "Ejército Grande" de Urquiza, entraron por las calles de Buenos Aires al son de la "Marcha de Ituzaingó" a modo de "revancha" por el triunfo del 20 de febrero de 1827.La marcha es una pieza musical (hoy ya en desuso), que se ejecuta en todos los actos oficiales en los que interviene el presidente de Argentina para indicar su llegada, siendo junto con la banda presidencial y el bastón de mando uno de los tres atributos de su cargo . Se utilizó por primera vez a ese efecto el 25 de mayo de 1827, y —con la excepción de un interludio entre el 26 de enero de 1946 y el 28 de agosto de 1959, en que la reemplazó a ese efecto la marcha de San Lorenzo— como verán fue en el gobierno del General Perón que fue sustituida por la de San Lorenzo y restituida en por gobierno de Arturo Frondizi.

Ni el comentario de Aníbal Fernández, ni tampoco el artículo de La Nación (http://www.lanacion.com.ar/1851028-...) que recuerda que La Marcha de Ituzaigo es un atributo presidencial son inocentes. El fondo de la discusión es la realidad de lo acontecido el 22 de noviembre. En el balotaje se enfrentaron los dos modelos de país que están en disputa desde 1810, donde saavedristas y morenistas los comenzaron a expresar, se definieron con la disolución de la Junta Grande en 1811 y se expresaron claramente con la expulsión de los diputados orientales de La Asamblea de año XIII. Unitarios y Federales terminan de tomar forma en la década de 1820 y ahí se abrió “la grieta”. Caseros (la batalla) es uno de esos puntos de inflexión en la historia de esta disputa, fue Justo José de Urquiza gobernador federal de Entre Ríos apoyado por el ejercito del Imperio de Brasil el que da fin a la etapa federal llevada adelante por Juan Manuel de Rosas hasta ahí, la que comenzó luego del fusilamiento de Dorrego (gobernador federal de Buenos Aires) el que fue ejecutado por Juan La Valle, (uno de los triunfadores de la Guerra del Brasil) pero apoyado e instigado a esto por los unitarios porteños. Los modelos en disputa desde entonces se dividen entre los que desde un proyecto nacional y antimperialista buscan un desarrollo equitativo de la nación, encontrando su base política en los sectores populares e interesados en el mercado interno como sujeto de su producción, los federales; y el otro, un proyecto proimperialista basado en la exportación agropecuaria que explica su cipayismo en la necesidad de grandes mercados en la metrópoli para sus productos agropecuarios a los que entrega el exiguo mercado local, que esto produce, a las manufacturas imperiales, con la que los mismos mantiene sus niveles de ingreso en sus países “centrales”, los Unitarios. El 10 de diciembre de 2015 por primera vez en la historia de forma democrática los poderes supra-nacionales ponen un presidente que gerencie sus intereses.

En 1852 en la batalla de caseros triunfa un “federal” apoyado por los enemigos económicos de ese entonces, Brasil y Gran Bretaña, a otro Federal (Rosas) que lucía el honor de poseer el sable de San Martín, obsequiado por el mismos y este (Urquiza) entra triunfante a Buenos Aires a ritmo de la marcha de Ituzaingó, la que los brasileros tocaban en forma de revancha a la derrota sufrida en La Banda Oriental en 1827 en la batalla del mismo nombre. Podríamos inferir entonces que tanto La Nación como Aníbal Fernández intentaron tangencialmente hacer mención a que: en 2015 un liberal (Unitario) disfrazado de a quien confrontaba ( Macri utilizó el discurso de Scioli, en lo social y en lo productivo) apoyado por los sectores agroexportadores y los interese extranjeros (http://www.lanacion.com.ar/1851555-...) entra a Buenos Aires a instaurar una nueva etapa conservadora en la Republica Argentina.

Mauricio Macri merece la marcha de ituzaingó en su asunción y el Pueblo argentino no merece sufrir las consecuencias de quien lo engaño para conseguir su voluntad. 

“ Más que por la fuerza, nos dominan por el engaño” Simón Bolivar. 

GVM
Gabriel Vázquez Mónico. 



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